A la hora de hablar del género
Western es ineludible mencionar la figura de Joaquín
Romero Marchent. Nacido en Madrid en 1921, este director, productor y
guionista -incluso actor en contadas ocasiones- es el principal
referente del cine del Oeste en España, siendo el que introduce este género en
nuestro país.
En el año 1955, cuando Marchent aún
era un director novel (únicamente había dirigido dos películas),
el productor Eduardo Manzano le ofrece relevar al mexicano
Fernando Soler en el díptico basado en la famosa creación literaria
de José Mallorquí, “El Coyote”, y “La justicia del
Coyote”. Como confiesa Marchent en una entrevista realizada por
Carlos García en 1999, la causa real de que el director mexicano
abandonara se debe a un romance con la protagonista, Gloria Marín,
que a su vez estaba emparejada con el actor principal, Abel Salazar.
Por unas causas o por otras, el joven director español acaba
encargándose de ambas películas, pero con un problema: había que
reescribir el guión en apenas tres días, para lo que contó con la
ayuda de Jesús Franco. Sin embargo, ésta no fue la única
dificultad, sino que como relata el propio Romero Marchent:
“Era un lío espantoso, porque
reescribíamos y rodábamos las dos películas al mismo tiempo, ambas
por campos de luz y con los mismos actores. Es decir, casos como
“como estamos en el bar de la primera película en la secuencia
número 13, ahora vamos a hacer la secuencia 55 de la segunda, con
los mismos actores de la otra pero diferente vestuario”
Superando éstas y algunas más
vicisitudes, consigue finalizar esta coproducción mexicana. La
película “El Coyote” es estrenada el 5 de Mayo de 1955 en las
pantallas españolas, aunque no tendrá una gran acogida. Sin
embargo, con el paso del tiempo ha ido ganando importancia, pues
aunque no era la primera aproximación hacia el género Western desde
cine español, los anteriores intentos no habían tenido tal
trascendencia. Por ello, usualmente se afirma que está película
abre el Western en España, aunque no será hasta la década de los
sesenta cuando Romero Marchent realmente cultive este género.
![]() |
El Coyote, 1955 |
Los primeros años de la década de
los sesenta se tornaron muy complicados para Joaquín Romero
Marchent. Durante tres años (1958-1961) estuvo alejado de la
dirección, por lo que tuvo que aceptar papeles cualitativamente
inferiores, como guionista o ayudante de dirección. Sin embargo,
esto propició de alguna manera su vuelta al género Western. En 1961
se reencontró con el productor Eduardo Manzanos, el mismo que le
había ofrecido la dirección de “El Coyote” seis años antes. Así surgió la
posibilidad de rodar una nueva película de características
parecidas, de nuevo con Jesús Franco como guionista: “La venganza
del Zorro”. Pese a que este hecho claramente determinó su vuelta
al Western, no sólo hay que tener en cuenta esta causa, sino que la
censura también jugó un papel muy importante. Como puntualiza el
propio Marchent:
“Había que asumir la censura
como había que asumir tu estatura; no podías luchar para ser más
alto ni podías luchar con la censura. (…) Más tarde, gracias a
las coproducciones, conocí otra ventana con otro aire, como era la
italiana. (…) Y sí, lógicamente tuve indignación por la censura.
Se podían entender una serie de cosas, claro, pero aquello era
verdaderamente demasiado. Incluso puede afirmarse que el Western
europeo nace como consecuencia indirecta de la censura franquista,
porque realmente no podías hacer otra cosa, no te dejaban otro
género, te lo cortaban todo.”
En este fragmento extraído del
libro “Joaquín Romero Marchent. la firmeza del profesional”,
dónde el historiador cinematográfico Carlos Aguilar entrevista al
director, se pone claramente de manifiesto la opinión de Marchent
acerca de la censura, y la influencia que tuvo en el desarrollo del
Western europeo. Las coproducciones eran una vía de escape, una
forma de huir de la censura existente durante la dictadura
franquista. Si no fuera por la censura, posiblemente Marchent no se
hubiese acercado al género que nos ocupa. Esto se debe a que la
mayoría de países, Italia en concreto, no aceptaban los guiones
aprobados por la censura española, pero sí había un resquicio al
que ésta no podía llegar, como muy inteligentemente dedujo Joaquín
Romero Marchent:
“Entonces pensé: ¿Qué puedo
hacer yo para que Censura no se meta conmigo y además interese en el
extranjero?. La respuesta estaba clara: cosas de acción, de
aventuras. Porque ahí no tiene por qué haber política ni cama”
BIBLIOGRAFÍA:
- Gutiérrez Recacha, P. "Spanish Western. El cine del Oeste como subgénero español (1954-1965)", Madrid, 2010.
- Aguilar, Carlos. "Joaquín Romero Marchent. La firmeza del profesional", Almería, 1999.
Mario Bañón Lorente. 2ºA3
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