A pesar de
no haber realizado numerosas películas y, actualmente, no ser un director de
nombre conocido, podemos decir que el género Western y la acción fueron
redefinidos por Sergio Leone tal y como el suspense fue redefinido por
Hitchcock: nuevo enfoque, nuevas ideas, nuevas técnicas.
El film Por un puñado de dólares, marcó un antes
y un después en el género cinematográfico, sentando las bases de identidad del
spaghetti-western. Leone instauró las bases estilísticas, argumentales y sonaras
del género, de tal forma que el spaghetti western acaba siendo una simbiosis de
referentes culturales, artísticos y formales. Este cúmulo de referentes son el
resultado de, por un lado el western americano, que aporta el marco
histórico-geográfico; por otro lado la imaginería e iconografía del género; también
con el cine japonés (sobre todo Kurosawa) que aporta su ceremonioso “Tempo”; y,
finalmente, la mentalidad mediterránea añade atributos como: picaresca,
brutalidad, mugre, sudor, comicidad, egoísmo, rapacidad, anticlericalismo,
codicia, machismo, respeto y venganza. Sumado a todo esto, Morricone cambió
para siempre el concepto sonoro de las llamadas “Películas de vaqueros” convirtiéndose
en presencia indispensable en un gran número de spaghetti- westerns.
Al igual
que Leone acabó creando su propio estilo, directores actuales no pasaron por
alto las bases que asentó en el cine y lo que significó para el contexto de
entonces. Sin ir más lejos, en sus films, Quentin Tarantino, se ve reflejado,
entre otros y muchos directores, por Leone. En una entrevista, él mismo habla
de cómo llegar a tener tu propio estilo como director de cine:
“Sabes, es gracioso, para mí la
mayoría de las escuelas de cine no te enseñan lo que necesitas para crear tu
propia estética, tu propio estilo. Y en realidad parte de convertirse en un
artista es descubrir tu estilo. Pueden enseñar a sincronizar la banda sonora
con las imágenes, o puede ser que te enseñen algunos trucos diferentes de
edición u "Oh, puedes hacer esto con una cámara" y te mostrarán
algunas películas. Pero parte de convertirse en un artista es descubrir tu
estilo, cuando empiezas "me gusta esto, pero no me gusta esto
otro...". Pero luego empiezas a darte cuenta de la diferencia entre un
buen trabajo y un mal trabajo, no sólo "me gusta esto, pero no me gusta
esto otro...". Y entonces comienzas a afinar tu estilo, y ya sólo es
ponerlo en práctica.”
Al igual
que Leone encontró su propio estilo en sus películas favoritas, Tarantino es el
primero en decir que está fuertemente inspirado en la trama y en el estilo por
sus películas favoritas; y logra rendir homenaje a éstas, pero aun así sus films
tienen un toque único y propio.
Tarantino
adopta los atributos, realizando una presentación de personajes brutales,
sucios, con la venganza cómo fin vital, así como marcando el tempo
característico del género, dilatando el tiempo con técnicas de spaghetti-western.
En Kill Bill, combinó el estilo de las
películas de kung fu de Sonny Chiba y los spaghetti westerns de Sergio Leone.
Además, se nota su presencia en otros títulos como Malditos Bastardos
combinándose con otros géneros cinematográficos y culmina con Django Desencadenado donde el autor ya no necesita disimular,
contextualizándose directamente en el mismo escenario. No es el único director
en el que hace mella Leone, también encontramos referencias, tanto en el cine
como en la televisión, en otros autores contemporáneos como Sam Peckinpah, Sam
Raimi, John Carpenter, Takeshi Kitano y Vince
Gilligan en Breaking Bad. Los cuales desde sus primeras obras
ya evidencian un respeto máximo, entendido como herencia cultural, ya no sobre
el cine de Leone, sino sobre todo el spaghetti-western.
Laura Pérez Marco A2
Bibliografía:
-"There is a
sense of humour in all of my movies" (en inglés).Gomolo.com (1
de octubre de 2009. Consultado 07/12/2013)
-"Las dos
caras de Sergio Leone, 1ª parte: el niño". Jotdown.es
(Consultado 10/12/2013)
-"Las dos
caras de Sergio Leone, 2ª parte: el hombre". Jotdown.es (Consultado 10/12/2013)